Es sólo un forma de la capacidad de asociación del hombre.
El hombre no puede crear nada. Es un privilegio de Dios.
El pintor asocia colores, texturas, luces, para crear una obra.
El músico asocia sonidos, ritmos, tonalidades para crear una nueva pieza.
El escritor asocia lo leído, lo vivido, los sueños, para parir un nuevo texto (Borges dice: "muchos se jactan de lo que han escrito ... yo me jacto de lo que he leído").
Y esto nos lleva a otra reflexión. Esa capacidad de asociación, no es de ideas, no es de pensamientos. Es una alquimia mágica de ideas, sentimientos, percepciones, olores, sabores, sonidos, experiencias táctiles, etc.
Porque la verdad es, que discriminar las ideas, de los sentimientos, y todo lo demás, es sólo un ejercicio que el hombre hace, en un pobre intento de comprenderse a sí mismo.
Pero no es como funciona, no es como vive.
En el devenir de la existencia, el hombre es uno, una unidad, que vive ... es ... Persona.