Intérprete: Seru Giran
Tu tiempo es un vidrio
Nuestro tiempo es frágil, efímero; al más mínimo golpe se rompe, se va. Pero el vidrio, el tiempo, es transparente. Con el tiempo, a través del tiempo, podemos ver más allá
tu amor un faquir, mi cuerpo una aguja
mi cuerpo, yo, soy una aguja; como vos sos un faquir, esa aguja no te duele, no te hiere, no te conmueve, no te genera emociones; al placer físico que sentís, no llega a movilizar tu sexualidad; sos un faquir de la sexualidad
tu mente un tapiz.
Tu mente es un entramado complejo, como el de un tapiz, difícil de ver y de desenmarañar
Si las sanguijuelas no pueden herirte
no existe una escuela que enseñe a vivir.
Ni las sanguijuelas (que es lo único que sabe hacer, están diseñadas para eso) pueden sacarte sangre. La sangre vista como símbolo del amor y la pasión la entrega. Desangrar esta en la esencia misma de la vida. A sangrar, a vivir sólo se aprende en la vida, viviendo. No se puede aprender en ninguna escuela.
El ángel vigía descubre al ladrón
le corta las manos,
le quita la voz,
la gente se esconde
o apenas existe,
se olvida del hombre, se olvida de Dios.
El ángel representa al supuesto "soldado", "representante", "siervo" de Dios. Ese ángel es el que descubre al ladrón, descubre nuestras supuestos pecados. NO es Dios, es sólo un ángel.
Miro alrededor,
heridas que vienen, sospechas que van
Cuando miro la realidad, sin prejuicios ni preconceptos, veo que la vida es heridas, dolores, fracasos. Y empiezo a cuestionarme las cosas. Vienen las heridas a mi, y van las sospechas hacia lo preestablecido.
y aquí estoy
pensando en el alma que piensa
y por pensar no es alma,
Y me doy cuenta de que si el alma pensara, no sería alma. El alma percibe la existencia, el alma vive, el alma siente.
desarma y sangra.
La forma de entender la vida, de vivir la vida, es desarmar todo lo que nos ata y nos limita, ser libres. Y sangrar. Otra vez, como símbolo del amor y de la pasión. Hay que dejar que esa sangre salga, fluya. Jesús, Redentor, Maestro del Amor, sangra, se desangra. "Tanto amó Dios al mundo, que envió a su Hijo único". Para que se desangre, para que Ame hasta el final Cuando estaba en la cruz, a instantes de morir, un soldado romano le clava una lanza en el corazón, y sólo brota agua. Amó, se desangró, hasta quedar sin sangre. Amó.