viernes, 28 de febrero de 2014

El cerebro adicto - Por Facundo Manes

[De http://www.lanacion.com.ar/1664901-el-cerebro-adicto]

Uno de los descubrimientos más notables de las neurociencias ha sido la determinación de los circuitos de recompensa

Se sabe que Fedor Dostoievski escribió una de sus novelas más reconocidas, El jugador, acosado por las deudas, el apasionamiento amoroso y el desatino. Se suele ver el reflejo de esa pesadumbre en Alexei Ivánovich, el protagonista de la novela, un hombre seducido por la bella Polina, pero también por el juego. Tanto, que en los últimos párrafos se confiesa diciendo: "Si pudiera dominarme durante una hora, sería capaz de cambiar mi destino".

Esta frase permite definir de manera categórica de qué hablamos cuando hablamos de adicción, una forma particularmente peligrosa de búsqueda de placer.

La adicción afecta el cerebro, lo secuestra

La adicción fue considerada durante mucho tiempo como una debilidad moral o una falta de fuerza de voluntad. Por el contrario, actualmente es reconocida como una enfermedad crónica con cambios cerebrales específicos. Así como la enfermedad cardíaca afecta el corazón y la hepatitis, el hígado, la adicción afecta el cerebro, lo secuestra. De hecho la palabra "adicción" deriva del latín "esclavizado por" y se manifiesta en el anhelo por el objeto del que se es adicto, la pérdida de control sobre su uso y la necesidad imperiosa de continuar así a pesar de las consecuencias adversas que eso conlleva. Durante muchos años se creía que sólo el alcohol y las drogas podían causar adicción. Investigaciones recientes han demostrado que ciertas actividades como el juego, las compras, el sexo, la comida e, incluso, la tecnología, también pueden cooptar el cerebro y son registrados por éste en forma similar a las drogas y el alcohol. El consenso científico actual sugiere que estos placeres pueden representar múltiples expresiones de un proceso cerebral común subyacente.

Uno de los descubrimientos más notables de las neurociencias ha sido la determinación de los circuitos de recompensa. Se trata de mecanismos de placer que involucran diferentes regiones cerebrales que se encuentran comunicados mediante mensajeros químicos llamados "neurotransmisores". La dopamina es un mensajero químico involucrado en la motivación, el placer, la memoria y el movimiento, entre otras funciones. En el cerebro, el placer se produce a través de la liberación de la dopamina en el "núcleo accumbens", una región a la cual los neurocientíficos llaman el "centro de placer del cerebro". Justamente la acción de una droga adictiva funciona a partir de la influencia en ese sistema.

Como sabemos, algunos adictos llegan a focalizarse en conseguir y disfrutar de la droga excluyendo todos los demás aspectos de sus vidas: descuidan a su familia, su trabajo, su propia salud. A sabiendas de que se están destruyendo a sí mismos, siguen con el consumo de la droga y, a medida que continúan con su uso, se hacen tolerantes. Así, las dosis que inicialmente utilizaron para estimularse ya no son eficaces y necesitan usar una dosis más alta. En la década de 1950, dos psicólogos canadienses, James Olds y Peter Milner, hicieron unos experimentos muy famosos en los cuales implantaron electrodos en el cerebro basal de las ratas y descubrieron que las drogas adictivas pueden liberar de dos a diez veces -y de forma más rápida- la cantidad de dopamina que las recompensas naturales.

En los comportamientos compulsivos fallan los frenos del cerebro, aquellos que deberían ejercer el control cognitivo

Antes se pensaba que la experiencia del placer era suficiente para inducir a la gente a seguir buscando una sustancia adictiva. Pero nuevas investigaciones sugieren que la situación es más compleja. La dopamina no sólo contribuye a la experiencia del placer, sino que también desempeña un papel en el aprendizaje y la memoria, dos elementos clave en la transición de consumir algo a convertirse en adicto. La investigadora Nora Volkow, en Estados Unidos, utilizó una técnica de neuroimágenes denominada "tomografía por emisión de positrones" para etiquetar los receptores de dopamina en el cerebro humano y descubrió que efectivamente el funcionamiento normal del sistema dopaminérgico cerebral parece estar afectado en el abuso crónico de drogas. Sin embargo, este estudio planteó preguntas fundamentales a partir de esa conclusión: ¿Son estos cambios en los receptores dopaminérgicos de los consumidores de drogas las consecuencias del abuso en el consumo o es el abuso de drogas una consecuencia de una predisposición biológica, lo que quiere decir que estos cambios en los receptores dopaminérgicos están antes del consumo de drogas

Otro enigma recurrente es el que plantea el comportamiento, a menudo impulsivo, de algunos consumidores de drogas. Nuevamente se evidencia la pregunta sobre cuál es la causa y cuál es el efecto. La vulnerabilidad genética contribuye al riesgo de desarrollar una adicción. Los estudios de gemelos y adopción muestran que alrededor del 40% al 60% de la susceptibilidad a la adicción es hereditaria. Pero el comportamiento juega un papel clave, especialmente cuando se trata de reforzar un hábito. Cada uno de nosotros tiene que tomar decisiones acerca de si realizamos algo que queremos hacer o no (por ejemplo, desear comer un chocolate pero no hacerlo para evitar consecuencias negativas en el mediano plazo). A veces esto no se puede controlar, pero son más las veces que uno puede. En las personas que son adictas, como vimos en el personaje de El jugador, este control es muy difícil. En los comportamientos compulsivos fallan los frenos del cerebro, aquellos que deberían ejercer el control cognitivo.

La adicción se aprende y se almacena como memoria en el cerebro por lo que la recuperación es un proceso lento

La persona que es adicta no quiere serlo. Su adicción ya le costó su trabajo, su pareja, su bienestar. Sin embargo, no puede resistir la tentación. Como dijimos al principio, se trata de una enfermedad de la que actualmente no existe cura. Se la debe tratar como otras enfermedades crónicas (hipertensión, asma, cáncer) y, como tal, mantener el tratamiento ya que, de otro modo, el paciente recae. La adicción se aprende y se almacena como memoria en el cerebro por lo que la recuperación es un proceso lento. Incluso después de que una persona renuncia, por ejemplo, al consumo de drogas, durante semanas, meses, e incluso, años, la exposición al sitio de la droga, caminar por una calle donde la compraron o tropezar con personas que siguen consumiendo les trae un tremendo impulso a querer consumir de nuevo. Existe una serie de tratamientos que lograron eficacia, por lo general al combinar estrategias de autoayuda, de psicoterapia y de rehabilitación. Para algunos tipos de adicciones, ciertos medicamentos también pueden ayudar.

En una carta de mayo de 1867, el propio Dostoievski -no ya su personaje- le cuenta mortificado a su esposa que todo el dinero con el que contaba lo ha perdido en el casino. Así le describe el escritor ruso su derrotero: "Al principio perdí muy poco, pero cuando comencé a perder, sentía deseos de desquitar lo perdido y cuando perdí aún más, ya fue forzoso seguir jugando para recuperar aunque sólo fuera el dinero necesario para mi partida, pero también eso lo perdí." Y le promete para el futuro: "De hoy en adelante voy a trabajar, voy a trabajar y voy a demostrar de qué soy capaz." El mismo desaliento y el mismo propósito de enmienda de todos cuando lo que no se puede es dominarse y, de este modo, cambiar el destino. Así y todo, pudo cumplir con eso de escribir y demostrar de todo lo que era capaz.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Martín Fierro y el viejo Viscacha

En el Canto15 encontramos los consejos del viejo Vizcacha al hijo menor de Fierro; en el Canto 32, los consejos de Martín Fierro a sus dos hijos y al hijo de Cruz. Ambos proponen formas de hacer y de obrar, pero cada uno representando una filosofía de valores y una forma de afrontar la propia existencia y la vida en sociedad muy diferentes. Por el desarrollo temático de la segunda parte, los consejos de Fierro se adecuan a la línea de pensamiento que guía a Hernández al proponer un lugar para el gaucho en el nuevo universo social y en el proceso de organización del país. En cambio, los consejos de Vizcacha funcionan como un contrapunto, reflejando la forma real de comportamiento de muchos otros gauchos y criollos que también construyeron la identidad que nos caracteriza.


Al comparar los diversos consejos tomando como eje los temas que se presentan, comprobamos los criterios del obrar y la valoración de la viveza criolla en el viejo Vizcacha y la sabiduría gaucha en Martín Fierro. En el primero prima la necesidad de salvarse, y de defender siempre sus intereses a costa de la sociedad y de los demás; en el segundo, se destaca la posibilidad de elegir una forma de obrar responsable, un estilo de vida honrado y la construcción de una sociedad acorde a ciertos valores. Ambos modelos han permanecido en el ser y hacer de los argentinos que – según ocasión – obran de una u otra manera, exigiendo el cumplimiento de la ley y de la moral, o justificando el incumplimiento de las mismas.En algunos casos se tematizan y se amplían las verdades del refranero popular, ampliando o profundizando su significado en el contexto de la estrofa clásica del poema. En otros se propone una idea original que responde a la situación del gaucho o a la vivencia de todo ser humano. Las ideas y consejos del viejo Vizcacha reciben la condena de quienes lo rodean cuando – producida su enfermedad y su muerte – dan a conocer todos los vicios de la personalidad del gaucho, que oficia de tutor del hijo menor de Martín Fierro: ladrón, avaro, oportunista, desconfiado, materialista y pragmático.


Los consejos de Marín Fierro pueden resumirse de este modo:


* Vivir con precaución
* Darle importancia a la sabiduría
* Aprovechar los trabajos que enseñan
* Mantener la esperanza
* Indica que todos tienen faltas, pero el que tenga defectos debe disimular los ajenos
* No dejar a un amigo
* No tener miedo ni codicia
* No ofrecerle al rico ni escatimarle al pobre
* La prudencia
* Trabajar
* No amenazar a ningún hombre
* La confianza del hombre en si mismo
* La astucia (en este caso Fierro recalca la experiencia personal)
* El aprovechar la ocasión
* No perder la vergüenza
* La unión entre los hermanos
* Respetar a los ancianos
* Ser tierno
* Ser prevenido
* No perder ni el tiempo ni la vergüenza
* No matar al hombre ni pelear por fantasía
* No ofender embriagado
* No mostrarse altanero
* No ofender a una mujer querida
* Cantar en cosas de fundamento


Vizcacha aconseja lo siguiente:

* No llegar a parar donde hay perros flacos
* Defender el pellejo
* Hacerse amigo del juez
* Nunca llevarle la contra,
* Conservarse en un lugar,
* No cambiar de "cueva"
* No creen en lágrimas de mujer ni en la renguera de un perro
* Darle importancia a la memoria,
* No ser apurado
* No llamar la atención
* Ir por donde conviene
* No tener envidia
* Ser soltero si se quiere vivir tranquilo
* Elegir bien a la mujer
* Manejar bien las armas y tenerlas preparadas