jueves, 29 de octubre de 2015

Ausencia de Dios - Margueritte Duras

 

El alcohol no consuela, no llena los vacíos psicológicos de nadie, pero suple la ausencia de Dios. No compensa al hombre. Al contrario, anima su locura, le transporta a las regiones supremas donde es maestro de su propio destino.