lunes, 27 de agosto de 2018

Ideología de género

No hay texto alternativo automático disponible.

Anne Lamott’s Bird by Bird: Some Instructions on Writing and Life

“The garden is one of the two great metaphors for humanity.
The garden is about life and beauty and the impermanence of all living things.
The garden is about feeding your children, providing food for the tribe.
It’s part of an urgent territorial drive that we can probably trace back to animals storing food.
It’s a competitive display mechanism, like having a prize bull, this greed for the best tomatoes and English tea roses.
It’s about winning; about providing society with superior things; and about proving that you have taste, and good values, and you work hard.
And what a wonderful relief, every so often, to know who the enemy is.
Because in the garden, the enemy is everything: the aphids, the weather, time.
And so you pour yourself into it, care so much, and see up close so much birth, and growth, and beauty, and danger, and triumph.
And then everything dies anyway, right?
But you just keep doing it.”

sábado, 18 de agosto de 2018

La Verdad y la Mentira

Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
- Buen día. - dijo la mentira.
- Buenos días. - contestó la verdad.
- Hermoso día. - dijo la mentira.
Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
- Hermoso día. - dijo entonces la verdad.
- Aún más hermoso está el lago. - dijo la mentira.
Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió.
Corrió la mentira hacia el agua y dijo:
- El agua está aún más hermosa. Nademos.
La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira.
Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.
Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.
Es así como, aún hoy en día, la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo.

domingo, 12 de agosto de 2018

IVE SENADORA CRISTINA FIORE VIÑUALES 08-08-18




Malos perdedores

En la misma madrugada del 9 de agosto empezó la construcción del "relato" que busca maquillar, incluso negar, la derrota del proyecto de legalización del aborto en la Argentina. Un relato que se construye incluso desde el exterior

Por Claudia Peiró

11 de agosto de 2018

cpeiro@infobae.com

El resultado de la votación en el Senado, el 8 de Agosto de 2018. Foto: Charly Diaz Azcue / COMUNICACIÓN SENADO

El resultado de la votación en el Senado, el 8 de Agosto de 2018. Foto: Charly Diaz Azcue / COMUNICACIÓN SENADO

Apenas concluida la votación en el Senado, que les resultó desfavorable, los promotores del aborto legal se lanzaron a la operación de contrarrestar la derrota. En lugar de reflexionar sobre lo sucedido y sus propios errores o buscar entender lo expresado por los argentinos a través de sus representantes, se abocaron a tratar de disfrazar en el plano virtual la paliza que les dio la realidad. Pensar que muchos de ellos fueron hasta hace poco furibundos críticos de la estrategia del "relato"…

El tema empezó en las redes, con mensajes del tipo "igual ganamos", "tarde o temprano será ley", "es inevitable", etcétera, respaldados y amplificados por la mayoría de los medios. "Ganamos la batalla cultural" fue una de las frases favoritas, cuando eso es precisamente lo que perdieron. Sin duda hubo una batalla cultural. Pero no la ganaron.

Cometieron el error de confundir la escena mediática con la realidad. Y reinciden

Y ahora incurren en el mismo error de estos meses de debate: creer en su propia construcción virtual, comprarse su propio relato. Creer que el entorno en el cual viven es la entera sociedad. Contaron con la abrumadora mayoría de los medios a su favor -y, como se vio, no sólo dentro del país- y eso los mareó: confundieron la escena mediática con la realidad.

Reinciden ahora, como lo demuestra el mensaje de una de sus referentes más vocingleras, que tuiteó: "Después de un día y medio de la votación en contra de la ley IVE, ¿no tienen la sensación de que los que ganamos somos nosotros y los que perdieron ellos?"

Sí, es una "sensación". Instalarla es el objetivo de esta campaña furibunda. Por añadidura impulsada y potenciada desde el exterior.

En este batallón de malos perdedores, picó en punta el propio presidente Mauricio Macrique, luego de decir o hacer decir que está en contra de la legalización del aborto -y de jurar en campaña que defendería la vida desde la concepción-, se va revelando como promotor del proyecto y ahora anuncia que introducirá por la ventana aquello a lo cual el Congreso le cerró la puerta.

El Gobierno se aseguró así que, al día siguiente, el golpazo que se dieron contra la Argentina a través de una de las instituciones que la representa de modo federal, quedara algo maquillado por el anuncio de que el Congreso volverá a debatir el aborto al recibir la propuesta de nuevo Código Penal. Buena suerte con eso.

"Los argentinos nos animamos a sacar un tema tabú -dijo Macri-. Estoy muy contento con el debate y el diálogo, pero tenemos un problema de fondo que no va a cambiar con una ley más o menos". ¿Y cuál es ese problema, según el Presidente de un país que tiene a un tercio de su población en la pobreza?: "Tenemos más de 100.000 chicos que nacen de embarazos adolescentes no deseados, es un tema central". La pobreza parece muy difícil de resolver, de momento que ni la inflación se amortigua y la recesión planea en el horizonte; mejor que no nazcan argentinos.

El Gobierno había hecho saber que Mauricio Macri no vetaría la ley en caso de aprobarse. Llama la atención que el Presidente no se muestre dispuesto a respetar del mismo modo el resultado contrario.

Una jodita de Tinelli

A esto le siguió la broma de mal gusto de Marcelo Tinelli: "Siempre hay 38 que no entienden el futuro". Atacar a una institución central de nuestro sistema republicano equiparando el resultado de una votación legítima y transparente con las trampas de la AFA es una curiosa forma de instalar una candidatura. Para el conductor de Showmatch todo es "joda" evidentemente.

marcelo tinelli

@cuervotinelli

Siempre hay 38 que no entienden el futuro.

12:17 PM - Aug 9, 2018

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"El mundo los está mirando" fue la pretendida amenaza de Amnistía Internacional, que gastó ni más menos que un millón de dólares para presionar a los senadores argentinos; una advertencia ampliamente celebrada y difundida por los voceros locales de esta campaña pro-aborto que evidentemente tiene carácter y diseño mundial.

La contratapa del New York Times, con el aviso pro aborto de Amnesty International

La contratapa del New York Times, con el aviso pro aborto de Amnesty International

En los días siguientes, ya no hubo disimulo: con una sorprendente pérdida de compostura, instituciones, medios y funcionarios del llamado Primer Mundo se lanzaron a atacar a la Argentina por esta decisión. Al parecer convencidos de que sus opiniones valen más que la voluntad de los argentinos. Algo que también piensan, evidentemente, ciertos referentes de la campaña verde. Ponderan más la opinión de periodistas del exterior, ong extranjeras y hasta de actrices de Hollywood y no ocultan su desprecio por representantes de los argentinos si no dicen lo que quieren oír.

El mensaje de Susan Sarandon a favor de la legalización del aborto en la Argentina

El mensaje de Susan Sarandon a favor de la legalización del aborto en la Argentina

Que el diario El País de España incurra en periodismo militante, vaya y pase; no sería la primera vez. Pero que un Jefe de Gobierno extranjero cuestione una decisión soberana de otro país, además referida a un tema que no le atañe para nada, es como mínimo sorprendente. La crítica de Pedro Sánchez, irrespetuosa, más por venir de un presidente de Gobierno que no fue votado sino entronizado por la emergencia, y dirigida a una institución legítimamente representativa de los argentinos ameritaba, como mínimo, una respuesta oficial de nuestra Cancillería. 

El irrespetuoso tuit del sobrevenido presidente de Gobierno de España

El irrespetuoso tuit del sobrevenido presidente de Gobierno de España

Lo de Pedro Sánchez, de todos modos, es indicio de que la decadencia de los dirigentes y de la política en general no son un mal puramente argentino. Pero no es excusa ni consuelo.

El muy serio diario francés Le Monde hizo una cobertura más digna del satírico Canard Enchaîné. Es tal vez el modo de canalizar la frustración de no haber podido titular que se legalizaba el aborto en el país del Papa Francisco. Algo sugiere que tuvieron que parar las rotativas, con perdón por la antigualla.

La caricatura con la que Le Monde ilustró la noticia del rechazo a la legalización del aborto por el Senado: una Argentina esclavizada por la Iglesia (dicho desde el país que venera a Juana de Arco)

La caricatura con la que Le Monde ilustró la noticia del rechazo a la legalización del aborto por el Senado: una Argentina esclavizada por la Iglesia (dicho desde el país que venera a Juana de Arco)

La cosa tuvo un aire de déjà vu. Algo muy similar, salvando las distancias y proporciones, ocurrió cuando el pueblo colombiano rechazó en un plebiscito el acuerdo negociado por el presidente Juan Manuel Santos con las FARC. Inmediatamente Santos fue galardonado con el Nobel de la Paz: el plebiscito tuvo lugar el 6 de octubre de 2016 y el 7 se anunció el premio. Esa noticia fue el salvavidas al que se aferraron todos los gobiernos -el de Macri incluido- que hicieron el papelón de brindar por un acuerdo que poco después fue rechazado en las urnas por quienes debían ser sus beneficiarios. Así, con un titular, se amortiguó el efecto devastador de la derrota; evidencia de que muchos se habían inmiscuido sin conocer la situación colombiana ni el estado de ánimo de sus ciudadanos.

No debería de extrañar a nadie que en los días por venir se otorguen galardones a "luchadoras por los derechos de la mujer" para darles visibilidad y tribuna a las militantes pro aborto.

Un voto agónico en Diputados: síntoma que no fue bien leído

En Diputados la aprobación fue por 129 votos contra 125, una diferencia ínfima, proporcionalmente muchísimo menor que la de su rechazo en el Senado

Dado que a Marcelo Tinelli le hizo gracia el número (38 votos en contra del proyecto), vale recordar que en Diputados la aprobación fue por 129 votos contra 125, una diferencia ínfima, y proporcionalmente muchísimo menor que la de su rechazo en el Senado (38 a 31), sin mencionar la sombra de sospecha que planea sobre la migración de tres últimos votos de negativos a positivos en la madrugada del 14 de junio, que hicieron estallar a Elisa Carrió. Veremos si algún día cumple su promesa de denunciar el modo en que fueron obtenidos.

Este ajustado resultado en la Cámara baja fue rápidamente olvidado por la euforia que se apoderó del campo verde, y sumado a la creencia de que "la calle" les pertenecía -otra deformación de la perspectiva porteño céntrica-, los llevó a creer que tenían la partida ganada. Que la soberbia los siga cegando, podría decirse.

Pero lo deseable en realidad sería que los argentinos recuperemos un clima en el cual podamos escucharnos y, sobre todo, en el cual nuestros gobernantes escuchen a los ciudadanos. Evidentemente, en estas semanas, al margen del clima de insultos, descalificaciones, mentiras y tergiversaciones, fueron expuestos argumentos de gran profundidad con convicción -perdón por la palabra- y pasión. Eso dejará huella y será semilla hacia el futuro.

La multiplicación de operaciones -como la que se hizo contra la senadora Cristina López Valverde haciéndole decir que "no había leído el proyecto", lo que era totalmente falsocomo oportunamente lo verificó Chequeado– y los infaltables escraches a algunos legisladores no son un buen augurio para los tiempos por venir.

Los senadores que se opusieron a la ley fueron tratados de imbéciles, retrógrados y medievales; y en algunos casos esos epítetos fueron lanzados desde cuentas de Twitter de legisladores oficialistas que se consideran a sí mismos tolerantes y demócratas.

Es hora de que quienes juraron venir a cerrar la grieta entre argentinos den el ejemplo en vez de fomentar la intolerancia.

Y de que los políticos, funcionarios, legisladores, analistas, militantes, activistas, etcétera, comprendan que ninguna campaña mediática, aun transnacional como la que presenciamos, puede sustituir la férrea voluntad de una sociedad.

Condiciones argumentales para un debate más robusto sobre el aborto

Juan B. González Saborido     Guillermo Jensen   

8 de agosto de 2018  • 01:54

Después de meses de debate, el proyecto de ley que busca legalizar el aborto llega al Senado de la Nación

Después de meses de debate, el proyecto de ley que busca legalizar el aborto llega al Senado de la Nación.

En un artículo publicado en LA NACION el 23 de junio pasado, las juristas Aída Kemelmajer de Carlucci y Eleonora Lamm sostuvieron que quienes se oponen al proyecto de legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo tienen "preconceptos en contra de la mujer" y que "la búsqueda de posiciones conciliadoras sobre la cuestión" es un "dibujo con palabras" que pretende "detener el avance de los derechos de la mujer". Asimismo, el senador Miguel Pichetto suele repetir que quienes se oponen al proyecto de ley que legaliza el aborto , lo hacen por motivaciones dogmáticas vinculadas a la religión.

Este planteo conduce a preguntarnos: ¿es enriquecedor un debate si se descalifica a quienes argumentan en contra de las posiciones de uno, por el solo hecho de hacerlo? En estas líneas buscamos reflexionar sobre las condiciones argumentales de un debate robusto en un tema tan sensible y serio.

Para que el debate democrático sea un espacio de argumentación y diálogo genuino, la primera condición es la escucha mutua. Cuando lo que se busca es conocer la realidad, es necesario dar crédito de buena fe y conocimiento del tema al que piensa diferente. La segunda condición, es concentrarse uno mismo en demostrar paso a paso la veracidad de los argumentos propios. En asuntos como el aborto, donde están en juego la vida y la libertad humana, es imprescindible observar previamente la realidad del fenómeno humano que sustenta nuestro discurso. Centrarnos en el "qué está pasando" y en los "por qué" y no en el "quién lo dice", permite comprender la realidad y modera el apego a abstractas consignas militantes.

Uno de los argumentos citados es que si el Estado no persigue penalmente a las mujeres que abortan, también debe garantizar su derecho a abortar. ¿Por qué el Estado no podría promover una política pública que ayude positivamente a las mujeres a evitar abortos, experiencia trágica, al tiempo que decide su no-punibilidad hasta la semana 14? Desde el consumo de tabaco y alcohol, hasta el uso del cinturón de seguridad, los Estados promueven políticas públicas para evitar prácticas que entienden perjudiciales para la comunidad, no obstante ello eligen no perseguir penalmente a quienes las realizan. Razonar así, es tomar en cuenta que la mujer suele ser la primera víctima, y no la culpable del aborto. Víctima de un acto sexual forzado, de la presión familiar por abortar, de la debilidad de las políticas de salud pública para acompañar a las mujeres embarazadas.

Recientemente el senador Pinedo recordó que, aún siendo ilegal el aborto, desde hace tiempo el Estado argentino ha dejado en los hechos de perseguir penalmente a las mujeres que abortan. ¿Debemos derivar de este hecho que el Estado debe dejar de penar a la mujer que aborta? No necesariamente, pero es una posibilidad que se apoya en una experiencia concreta y que no puede descalificarse sin argumentar. Conocer los problemas de la realidad no provee una receta para resolverlos, pero sí un marco referencial a partir del cual argumentar, captando matices y complejidades muchas veces nublados por juicios precipitados.

Otra afirmación que merece respuesta es la que sostiene que en Argentina el aborto es una cuestión central de salud pública y que las mujeres de menores recursos son las principales víctimas de su no-legalización. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en el año 2016 fallecieron en Argentina 245 mujeres por causas relacionadas con o agravadas por el embarazo. De dicho universo, 31 muertes responden al aborto inducido, lo cual representa el 12,65% del universo total. El restante 87.35% de las muertes responde a causas obstétricas directas o indirectas. Esto significa que más de 200 mujeres fallecieron llevando su embarazo a término por las deficientes cuestiones sanitarias.

Estos datos son consistentes con los publicados por el Ministerio de Salud de la Nación en el documento "Análisis de la Mortalidad Materno Infantil, República Argentina, 2003-2012", de donde surge que el 87,2% de los casos de mortalidad materna se producen por causas evitables diferentes al aborto y solo un 12,8 tiene relación con prácticas abortivas. ¿Debemos deducir que las muertes de mujeres por abortos no merecen nuestra atención? No, estos datos solo indican que cuantitativamente el aborto no es el principal problema de salud pública en Argentina y que el desafío es luchar contra todas las causas de mortalidad materna.

El Institut National d'Etudes Démographiques (INED) de Francia ofrece datos relevantes: desde su legalización en 1975, el número de abortos no se redujo sino que se estabilizó. Los datos relevados demostraron que la tasa más alta de abortos se da entre mujeres de 15 a 30 años y que una sola mujer aborta más veces. Por otro lado, luego de escuchar a mujeres de diferentes condiciones sociales, la investigadora Ségolenè Du Closel encontró que muchas de ellas abortaron bajo presión. Antes de realizar el acto, el aborto suele ser percibido por algunas mujeres como una liberación, pero no pocas veces da lugar a un posterior arrepentimiento. El aborto es una realidad compleja que merece ser comprendida y sentida antes que reivindicada. Defender los derechos de la mujer no implica necesariamente el deber de legalizar el aborto.

En la discusión, tampoco podemos invisibilizar la realidad de la persona por nacer y sus derechos. Un intelectual socialista y ateo como Norberto Bobbio sostenía que en la cuestión del aborto, existen tres derechos: "El primero, el del concebido, es el fundamental; los otros, el de la mujer y el de la sociedad, son derechos derivados. Por otro lado, y para mí este es el punto central, el derecho de la mujer y el de la sociedad, que suelen esgrimirse para justificar el aborto, pueden ser satisfechos sin necesidad de recurrir al aborto, evitando la concepción. Pero una vez que hay concepción, el derecho del concebido sólo puede ser satisfecho dejándole nacer.". Y a continuación afirmó: "El hecho de que el aborto esté extendido es un argumento debilísimo desde el punto de vista jurídico y moral. Me sorprende que se adopte con tanta frecuencia. Los hombres son como son, pero precisamente por eso existen la moral y el derecho." También le sorprendía a este intelectual italiano que los laicos dejen a los creyentes el privilegio y el honor de defender la vida desde la concepción.

Contra lo que sostiene el senador Pichetto, la defensa del derecho a la vida del niño por nacer no es una cuestión exclusivamente vinculada a creencias religiosas, es fundamentalmente una cuestión humana. Nuestros argumentos pueden originarse en una sensibilidad religiosa y eso no tiene nada de malo, pero una vez en la esfera pública es su solidez la que los hace útiles para un debate que interpele a creyentes y no creyentes por igual.

Si queremos mejorar como comunidad, sin odios y llegar a esforzados pero necesarios acuerdos sociales, el debate es un camino difícil que debemos transitar con paciente escucha y prudente pasión. Descalificar al otro es una postura débil, porque niega la apertura a una realidad plena y compleja como es el embarazo. El futuro del país se construye tendiendo puentes hacia el que piensa diferente, apoyándonos en el conocimiento compartido de la realidad. La experiencia de muchísimas mujeres es que el aborto, legal o no, es una tragedia que marca sus vidas. Si partimos de esa realidad, podremos robustecer el debate actual en Argentina.

Guillermo Jensen es docente e investigador. Doctor en Derecho.

Juan B. González Saborido es abogado y docente. Maestrando en Ciencias de la Legislación. Investigador adjunto.

jueves, 9 de agosto de 2018

Sobre el aborto

Carlos Alejandro Pérez

Ayer a las 08:34 ·

Sin duda, para mi la decisión del aborto es de capital importancia, y mas importante que muchas otras decisiones que pueda tomar el Poder Legislativo. La razón es simple: el derecho a la vida es un derecho fundamental, porque es el que da lugar a que existan los otros derechos. Niéguese el derecho a la vida, y los demás caen como castillo de naipes.
Del mismo modo, es posible que una ley económica, o una asistencia social, también sean de peso, pero desde mi percepción, el legislador, el bloque, el partido político que ignore el derecho fundamental a vivir del ser indefenso, no merece mi voto, ya que invalida todo lo que pueda hacer a posteriori, porque ya ha empobrecido a la sociedad, tanto moral como materialmente a un grado tal que todo lo bueno que pueda decidir a futuro no alcanzará a compensarlo.

Carlos Alejandro Pérez Adrián, no creo que haya mucho de religioso en mi posición. Creo que la vida humana empieza en la concepción, como lo dice la ciencia. Creo que la madre no puede ser "dueña" de algo que no le pertenece, porque no es su cuerpo ya que tiene un padre, y ninguna otra parte de su cuerpo tiene esta particularidad. Y en el aborto, se mata un ser vivo, que pertenece al género humano. Mi solución es que el estado agote sus enormes recursos, no en repartir preservativos y listo, sino en programas que den contención completa a la madre soltera, a la adolescente, al sector vulnerable, de una forma integral. Es un gasto enorme, convenido, pero hay que hacerlo. Con el aborto, el estado solo se preocupa de "sacarle la verguenza del cuerpo" como decía Favaloro, y luego, todo sigue igual. La pobre sigue siendo pobre, la marginada seguirá siendo marginada, y así. El aborto no la hará subir de clase social, ni tampoco solucionará su problema de pobreza estructural. Se podrá argumentar "bueno, pero ahora estamos peor porque seguirá siendo ilegal, y el estado no va a hacer nada". En eso coincido: el estado no va a hacer nada. Todo va a seguir igual, y por eso me parece que lo más importante, que es evitar las razones que conducen a un aborto, desaparezcan de la sociedad, deben discutirse a muerte, con la misma intensidad y pasión que hemos visto esto cuatro meses. Pero quedémonos tranquilos: no va a pasar.

Sobre el aborto

Carlos Alejandro Pérez

Ayer a las 08:34 ·

Sin duda, para mi la decisión del aborto es de capital importancia, y mas importante que muchas otras decisiones que pueda tomar el Poder Legislativo. La razón es simple: el derecho a la vida es un derecho fundamental, porque es el que da lugar a que existan los otros derechos. Niéguese el derecho a la vida, y los demás caen como castillo de naipes.
Del mismo modo, es posible que una ley económica, o una asistencia social, también sean de peso, pero desde mi percepción, el legislador, el bloque, el partido político que ignore el derecho fundamental a vivir del ser indefenso, no merece mi voto, ya que invalida todo lo que pueda hacer a posteriori, porque ya ha empobrecido a la sociedad, tanto moral como materialmente a un grado tal que todo lo bueno que pueda decidir a futuro no alcanzará a compensarlo.

Carlos Alejandro Pérez Adrián, no creo que haya mucho de religioso en mi posición. Creo que la vida humana empieza en la concepción, como lo dice la ciencia. Creo que la madre no puede ser "dueña" de algo que no le pertenece, porque no es su cuerpo ya que tiene un padre, y ninguna otra parte de su cuerpo tiene esta particularidad. Y en el aborto, se mata un ser vivo, que pertenece al género humano. Mi solución es que el estado agote sus enormes recursos, no en repartir preservativos y listo, sino en programas que den contención completa a la madre soltera, a la adolescente, al sector vulnerable, de una forma integral. Es un gasto enorme, convenido, pero hay que hacerlo. Con el aborto, el estado solo se preocupa de "sacarle la verguenza del cuerpo" como decía Favaloro, y luego, todo sigue igual. La pobre sigue siendo pobre, la marginada seguirá siendo marginada, y así. El aborto no la hará subir de clase social, ni tampoco solucionará su problema de pobreza estructural. Se podrá argumentar "bueno, pero ahora estamos peor porque seguirá siendo ilegal, y el estado no va a hacer nada". En eso coincido: el estado no va a hacer nada. Todo va a seguir igual, y por eso me parece que lo más importante, que es evitar las razones que conducen a un aborto, desaparezcan de la sociedad, deben discutirse a muerte, con la misma intensidad y pasión que hemos visto esto cuatro meses. Pero quedémonos tranquilos: no va a pasar.

Lo que nos pasa

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jueves, 2 de agosto de 2018

Ing. Cristina Miguens . Sobre el aborto

Leyes de Clarke

De: https://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Clarke

El escritor británico de ciencia ficción Arthur C. Clarke (1917-2008) formuló tres leyes relacionadas con el avance científico:

  • 1.ª. Cuando un científico eminente pero anciano afirma que algo es posible, es casi seguro que tiene razón. Cuando afirma que algo es imposible, muy probablemente está equivocado.
  • 2.ª. La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá, hacia lo imposible.
  • 3.ª. Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.

miércoles, 1 de agosto de 2018