No estamos completamente aislados. Los fugaces instantes de comunidad ante la belleza que experimentamos alguna vez al lado de otros hombres, los momentos de solidaridad ante el dolor son como frágiles y transitorios puentes por sobre el abismo sin fondo de la soledad. Frágiles y transitorios, esos puentes sin embargo existen y aunque se pusiese en duda todo lo demás, eso debería bastarnos para saber que hay algo fuera de nuestra propia cárcel y que ese algo es valioso y da sentido a nuestra vida, y tal vez hasta un sentido absoluto. (…)
Dostoievski dice por boca de Kiriloff: “Creo en la vida-eterna en este mundo. Hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad”. ¿Por qué buscar lo absoluto fuera del tiempo y no en esos instantes fugaces pero poderosos en que, al escuchar algunas notas musicales o al oír la voz de un semejante sentimos que la vida tiene un sentido absoluto?
Ese es el sentido de la esperanza para mí y lo que, a pesar de mi sombría visión de la realidad, me levanta una y otra vez para luchar.
Ernesto Sábato, Hombres y engranajes.
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