sábado, 31 de diciembre de 2011

Kurt Cobain - Pennyroyal tea (box.com embed)

El libro de la vida–Autor desconocido

Cada día la vida te ofrece una página en blanco del libro de tu existencia.
Tu pasado ya está escrito y no puedes corregirlo; en sus páginas puedes encontrar tu historia, algunas con suaves colores, otras con oscuros matices…
Recuerdos bellos de tiempos gratos o páginas que quisieras arrancar para siempre…
Este día tienes la oportunidad de escribir una página más.
Está únicamente en tus manos escoger los colores que tendrá, pues aún en la adversidad puedes poner matices de serenidad para convertirla en una bella experiencia.
¿Cómo escribirás el día de hoy?
Sólo depende de tu voluntad y optimismo hacer que la página del día de hoy en el libro de tu vida, sea una página que en el futuro puedas atesorar como un bello recuerdo.
Si supieras que sólo vas a vivir un día más, ¿qué harías?
Sin duda, te pondrías en paz con Dios y con los que te rodean, disfrutarías de los rayos del sol, de la suave brisa, de la alegría de tus hijos, del amor de tu pareja, de tantas bendiciones que la vida nos pone al alcance de la mano y que muchas veces no sabemos valorar.
Disfruta este nuevo día, haz un inventario mental de todas las cosas buenas que existen en tu vida y vive cada hora con buen ánimo, dando lo mejor de ti, no dañes a nadie y siéntete feliz de estar vivo, de poder regalar una sonrisa, de ofrecer tu mano y tu ayuda generosa.
Nunca es tarde para cambiar el rumbo y empezar a escribir páginas de dicha y paz en el libro de la vida.
Agradece a Dios el regalo que te da hoy y la oportunidad de convertir este día en una página bella del libro de tu existencia.
Recuerda que a pesar de todas las situaciones adversas, está únicamente en tus manos vivir el día de hoy… …como si fuera el primero, como si fuera el último, como si fuera el único en el libro de tu vida.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Saludo para el 2012 - Fabián C. Barrio

Deseo que siempre tengas un sitio al que quieras ir. Una ilusión que cumplir y un reto que superar. Que descubras siempre algo que aprender. Deseo que no te falte quien te quiera y a quien ames de verdad. Pero sobre todo, vayas a donde vayas, te deseo que tengas un lugar al que regresar. Feliz 2012

Contar cuentos - Las historias de alambre de oro - Benita Prieto

 

Contar cuentos ... Contar cuentos es dar un regalo de amor. Es dejar al corazón hablar un idioma muy antiguo, directamente al corazón del que escucha. Es pintar con la voz, los gestos, las imágenes que cualquiera entiende. Contar historias es hacer que la vida valga la pena, de una manera muy especial.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Cuerpo de mujer - Pablo Neruda

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar al hijo del fondo de la tierra.

Fui sólo como un túnel. De mí huían los pájaros,
y en mí la noche entraba en su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡ Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue y el dolor infinito.

 

Creo ...


sábado, 24 de diciembre de 2011

Te deseo – Víctor Hugo

 

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es,
sepas ser sin desesperar.
.
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
.
Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
.
Te deseo que siendo joven
no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor
y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año sino apenas un dia.
Pero que en ese dia descubras
que la risa diaria es buena,
que la risa habitual es sosa y
la risa constante es malsana.
.
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen, y que te rodean,
seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
.
Te deseo que acaricies un perro
alimentes a un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esa manera,
sentirás bien por nada.
.
Deseo también que plantes una semilla,
por mas minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.
.
Te deseo además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
y que por lo menos una vez por año
pongas algo de ese dinero frente a ti y digas
"Esto es mío"
sólo para que quede claro
quien es el dueño de quien.
.
Te deseo también
que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno,
puedas llorar sin lamentarte y sufrir
sin sentirte culpable
.
Te deseo por fin que
siendo hombre, tengas una buena mujer
y que siendo mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente,
y que cuando estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
.
Si todas estas cosas llegan a pasar
no tengo más nada que desearte.

Daniela Herrero y Pappo - Juntos a la par

El gran Carpo

 

Daniela Herrero sola

 

Daniela Herrero y Luciano Napolitano  - Juntos a la par (ND Ateneo 2011)

jueves, 22 de diciembre de 2011

Leonard Cohen's Prince Of Asturias Speech - Oct 21, 2011

 

[From: http://1heckofaguy.com/2011/10/25/upgraded-video-of-leonard-cohen%E2%80%99s-prince-of-asturias-awards-speech-with-no-overdubbing/#more-11323]

The transcription begins just after the Cohen’s opening salutations to the audience.

Transcription:

It is a great honour to stand here before you tonight. Perhaps, like the great maestro, Riccardo Muti, I’m not used to standing in front of an audience without an orchestra behind me, but I will do my best as a solo artist tonight.

I stayed up all night last night wondering what I might say to this assembly. After I had eaten all the chocolate bars and peanuts from the minibar, I scribbled a few words. I don’t think I have to refer to them. Obviously, I’m deeply touched to be recognized by the Foundation. But I have come here tonight to express another dimension of gratitude; I think I can do it in three or four minutes.

When I was packing in Los Angeles, I had a sense of unease because I’ve always felt some ambiguity about an award for poetry. Poetry comes from a place that no one commands, that no one conquers. So I feel somewhat like a charlatan to accept an award for an activity which I do not command. In other words, if I knew where the good songs came from I would go there more often.

I was compelled in the midst of that ordeal of packing to go and open my guitar. I have a Conde guitar, which was made in Spain in the great workshop at number 7 Gravina Street. I pick up an instrument I acquired over 40 years ago. I took it out of the case, I lifted it, and it seemed to be filled with helium it was so light. And I brought it to my face and I put my face close to the beautifully designed rosette, and I inhaled the fragrance of the living wood. We know that wood never dies. I inhaled the fragrance of the cedar as fresh as the first day that I acquired the guitar. And a voice seemed to say to me, “You are an old man and you have not said thank you, you have not brought your gratitude back to the soil from which this fragrance arose. And so I come here tonight to thank the soil and the soul of this land that has given me so much.

Because I know that just as an identity card is not a man, a credit rating is not a country.

Now, you know of my deep association and confraternity with the poet Frederico Garcia Lorca. I could say that when I was a young man, an adolescent, and I hungered for a voice, I studied the English poets and I knew their work well, and I copied their styles, but I could not find a voice. It was only when I read, even in translation, the works of Lorca that I understood that there was a voice. It is not that I copied his voice; I would not dare. But he gave me permission to find a voice, to locate a voice, that is to locate a self, a self that that is not fixed, a self that struggles for its own existence.

As I grew older, I understood that instructions came with this voice. What were these instructions? The instructions were never to lament casually. And if one is to express the great inevitable defeat that awaits us all, it must be done within the strict confines of dignity and beauty.

And so I had a voice, but I did not have an instrument. I did not have a song.

And now I’m going to tell you very briefly a story of how I got my song.

I was an indifferent guitar player. I managed a few chords. I only knew a few of them. I sat around with my college friends, drinking and singing the folk songs and the popular songs of the day, but I never in a thousand years thought of myself as a musician or as a singer.

One day in the early sixties, I was visiting my mother’s house in Montreal. Her house was beside a park and in the park was a tennis court where many people come to watch the beautiful young tennis players enjoy their sport. I wandered back to this park which I’d known since my childhood, and there was a young man playing a guitar. He was playing a flamenco guitar, and he was surrounded by two or three girls and boys who were listening to him. I loved the way he played. There was something about the way he played that captured me. It was the way that I wanted to play and knew that I would never be able to play.

And, I sat there with the other listeners for a few moments and when there was a silence, an appropriate silence, I asked him if he would give me guitar lessons. He was a young man from Spain, and we could only communicate in my broken French and his broken French. He didn’t speak English. And he agreed to give me guitar lessons. I pointed to my mother’s house which you could see from the tennis court, and we made an appointment and settled a price.

He came to my mother’s house the next day and he said, “Let me hear you play something.” I tried to play something, and he said, “You don’t know how to play, do you?’

I said, “No, I don’t know how to play.” He said “First of all, let me tune your guitar. It’s all out of tune.” So he took the guitar, and he tuned it. He said, “It’s not a bad guitar.” It wasn’t the Conde, but it wasn’t a bad guitar. So, he handed it back to me. He said, “Now play.”

I couldn’t play any better.

He said “Let me show you some chords.” And he took the guitar, and he produced a sound from that guitar I had never heard. And he played a sequence of chords with a tremolo, and he said, “Now you do it.” I said, “It’s out of the question. I can’t possibly do it.” He said, “Let me put your fingers on the frets,” and he put my fingers on the frets. And he said, “Now, now play.”

It was a mess. He said, ” I’ll come back tomorrow.”

He came back tomorrow, he put my hands on the guitar, he placed it on my lap in the way that was appropriate, and I began again with those six chords – a six chord progression. Many, many flamenco songs are based on them.

I was a little better that day. The third day – improved, somewhat improved. But I knew the chords now. And, I knew that although I couldn’t coordinate my fingers with my thumb to produce the correct tremolo pattern, I knew the chords; I knew them very, very well.

The next day, he didn’t come. He didn’t come. I had the number of his, of his boarding house in Montreal. I phoned to find out why he had missed the appointment, and they told me that he had taken his life. That he committed suicide.

I knew nothing about the man. I did not know what part of Spain he came from. I did not know why he came to Montreal. I did not know why he played there. I did not know why he he appeared there at that tennis court. I did not know why he took his life.

I was deeply saddened, of course. But now I disclose something that I’ve never spoken in public. It was those six chords, it was that guitar pattern that has been the basis of all my songs and all my music. So, now you will begin to understand the dimensions of the gratitude I have for this country.

Everything that you have found favourable in my work comes from this place. Everything , everything that you have found favourable in my songs and my poetry are inspired by this soil.

So, I thank you so much for the warm hospitality that you have shown my work because it is really yours, and you have allowed me to affix my signature to the bottom of the page.

martes, 20 de diciembre de 2011

Soy tu

[Soy tu – Sergio Sinay 18 de diciembre 2011 – LNR http://www.lanacion.com.ar/1433369-soy-tu]

El planeta está habitado desde hace pocas semanas por 7 mil millones de personas. No hay dos iguales, no las hubo jamás. Todo vínculo se construye entre seres diferentes. Al ser cada uno único y singular se convierte para el otro en un misterio. Cuando lo advertimos, nos conmueve la experiencia de la diversidad y nos asombran los puentes a través de los cuales accedemos al otro y él a nosotros. El orientalista español Ramiro Calle recoge en Los mejores cuentos espirituales de Oriente la historia de un discípulo que inútilmente golpeaba noche a noche a la puerta del yogui que era su maestro. "¿Quién es? -preguntaba éste-, soy yo -era la respuesta- vete, no estás preparado, regresa en un año, luego de retirarte y meditar. Tras un año recluido en un bosque, solo y dedicado a una profunda introspección, el discípulo regresó y golpeó a la puerta- ¿quién es? -preguntó la voz del maestro- soy tú. La respuesta esta vez fue- entra, estás preparado, no había espacio para dos yoes." En efecto, donde hay un yo, es imprescindible un tú. Uno es condición de la existencia del otro.

Soy tú es bastante más que una frase. Quien la pronuncia puede reír con la alegría del otro sin envidia ni reparos, haciéndola propia. Y puede sentir el dolor en su propia carne cuando el otro sufre. No es necesario alcanzar la santidad para experimentar esto. Es cuestión de entrenar la capacidad de mirar más allá de nuestro ombligo, hacia ese horizonte en el que empiezan a aparecer los otros y a ser nuestros interlocutores, acompañantes, guías, confidentes. Al tener registro de ellos aumenta la posibilidad de entender qué y cómo sienten y advertir, como consecuencia, qué sabemos de esos sentimientos y sensaciones porque los hemos experimentado. Esto elimina la indiferencia y se llama empatía. El término fue instalado en la psicología por Heinz Kohut (1913-1981), psicoanalista austríaco que realizó profundos estudios del fenómeno opuesto a la empatía: el narcisismo. Para el narcisista nada cabe en su horizonte más que él mismo y su propia imagen, que ve reflejada en todo hasta que, absorbido por ella, sucumbe. Los narcisistas nos rodean y algunos son personajes prominentes de la política, la farándula, el deporte. Se los reconoce fácilmente.

Podemos conocernos olvidando al otro, prescindiendo de él, salteándolo. O podemos conocerlo para conocernos, o conocernos para conocerlo, hasta que nos duela lo que le duele. Es un proceso alquímico en el que descubrimos que cada persona es una manifestación única e irrepetible de la misma materia prima. Lo humano. Que el otro sea diferente pero no ajeno es un misterio. Nos necesitamos mutuamente para existir. Reconocer al otro y a esta necesidad es la piedra basal de la moral. Ella remite a los deberes que tenemos hacia el otro. De ahí el anhelo de saber más de él.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Asomaba a sus ojos una lágrima...–Rima XXX - Gustavo Adolfo Bécquer

 

Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿por qué callé aquel día?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?

Con el perdón de Gustavo Adolfo...

 

En medio
del temporal de lágrimas
(las suyas y las mías)
ninguno pudo articular
palabras.
Y casi agotados
por el dolor que
caminaba de puntillas
por los terraplenes del alma,
no tuvimos el valor
de perdonarnos;
ella por mal querida, quizás;
y yo, por soberbio, tal vez.


Fernando Giucich © 2011

Somewhere Over the Rainbow + What a Wonderful World - Israel Kamakawiwo'Ole

 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Fragmento de " Les temps qui reste" - Serge Reggiani

"Me gusta tanto, el tiempo que queda...
Quiero reír, correr, llorar, hablar.
Y ver, y creer.
Y beber, bailar, gritar, comer,
nadar, saltar, desobedecer.
No he acabado, no he acabado...
Volar, cantar, marchar.
Volver a salir, sufrir, querer.
Me gusta tanto el tiempo que queda".

sábado, 3 de diciembre de 2011

NARANJO EN FLOR por su autor Virgilio Esposito





Polaco Goyeneche - Naranjo en Flor





Tango 1944
Música: Virgilio Expósito
Letra: Homero Expósito

Era más blanda que el agua,
que el agua blanda,
era más fresca que el río,
naranjo en flor.
Y en esa calle de estío,
calle perdida,
dejó un pedazo de vida
y se marchó...


Primero hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y al fin andar sin pensamiento...
Perfume de naranjo en flor,
promesas vanas de un amor
que se escaparon con el viento.
Después...¿qué importa el después?
Toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado,
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.


¿Qué le habrán hecho mis manos?
¿Qué le habrán hecho
para dejarme en el pecho
tanto dolor?
Dolor de vieja arboleda,
canción de esquina
con un pedazo de vida,
naranjo en flor.