martes, 29 de enero de 2019

Taquipsiquia y Logorrea

De: https://es.wikipedia.org/wiki/Taquipsiquia

La taquipsiquia ―del griego tachýs (‘rápido’) y psyché (‘alma’ o ’mente’), es la aceleración patológica de la actividad psíquica, que se presenta en algunas enfermedades mentales y trastornos psíquicos, particularmente en aquellos que cursan con episodios de crisis delirantes como la psicosis y la manía. A la aceleración del pensamiento que es el trastorno cuantitativo de su velocidad y que puede manifestarse con o sin verborrea, se agrega en la taquipsiquia una aceleración más generalizada de la actividad psíquica en su conjunto. En su grado máximo y extremo llega a la fuga de ideas.1


De: https://es.wikipedia.org/wiki/Logorrea

(Redirigido desde «Verborrea»)

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La logorrea (del griego logos y rheo fluir) es un trastorno de la comunicación, a veces clasificado como enfermedad mental, caracterizado por una locuacidad incoherente. Como sinónimos se usa "verborrea" o "incontinencia verbal".

Patogenia[editar]

Se presenta como síntoma de algunos trastornos psiquiátricos, como los bipolares, alteraciones de las facultades del lenguaje como la afasia de Wernicke, una lesión cerebral o debido a una enfermedad progresiva.

domingo, 20 de enero de 2019

Por qué aparece la diarrea el día de la resaca (y cuáles son las bebidas que la potencian)

De: https://es.gizmodo.com/por-que-aparece-la-diarrea-el-dia-de-la-resaca-y-cuale-1820610715

Muchos recuerdan las noches más “inolvidables” de su vida porque el día después fue todavía más “legendario”. En la mayoría de esos casos, la anunciada resaca llegaba con el pack completo, es decir: de la cama al inodoro y del inodoro a la cama. ¿Por qué demonios aparece la diarrea?

Los síntomas son similares tras una noche donde se ha bebido demasiado alcohol: deshidratación, dolor de cabeza, náuseas, y en el peor de los casos, vómitos acompañados con una tremenda diarrea.

Como explica a Thrillist el médico especializado en digestivo, el doctor Urvish Shah, el primer síntoma que indica que estás bebiendo demasiado se produce el mismo día, cuando comienzas a acudir a orinar más veces de la cuenta. Esta reacción se produce porque el alcohol es un diurético, es decir, que provoca la eliminación de agua y electrolitos del organismo a través de la orina (o de la expulsión de materia fecal).

Cuando tomas una bebida, esta ingresa al torrente sanguíneo de inmediato y causa que la glándula pituitaria en el cerebro inhiba la producción de vasopresina (también llamada hormona antiduriética), la que regula la retención de agua del cuerpo y contrae los vasos sanguíneos. Sin ella, los riñones envían agua directamente a la vejiga y tienes que acudir al baño.

Sin embargo, esto es tan sólo el principio de lo que te espera el día siguiente. En este caso lo explica la gastroenteróloga Kathlynn Caguiat:

El alcohol puede aumentar la motilidad gastrointestinal y no se descompone antes de que llegue al colon, donde las bacterias se dan un festín, lo que produce una hinchazón y diarrea.

La motilidad gastrointestinal es la acción fisiológica del aparato digestivo encargada de desplazar el contenido de la boca hacia el ano. La actividad de las células musculares lisas y células musculares circulares es la responsable del desplazamiento del quimo (la masa pastosa compuesta por los alimentos ingeridos) por el aparato digestivo. Por esta razón, la motilidad ayuda a las funciones de digestión, secreción y absorción de sustancias.

El problema, como explicaba la doctora, es que el alcohol actúa como alimento para las bacterias, quienes a cambio se lo pagan a tu cuerpo con un “extra”. Además, el aumento de la motilidad gastrointestinal significa que todo se mueve más rápido de lo normal, eso significa que el colon tiene menos tiempo para absorber el agua, lo que puede provocar la temida diarrea, donde las tripas pasan a convertirse en un tobogán de aguas turbias. Y si no has comido, la acidez extra también puede irritar el revestimiento de tu estómago causando, sí, más diarrea.

Una vez que conoces el proceso, puede que te surja la duda, ¿existe alguna bebida alcohólica que potencie la diarrea más que otras? La respuesta corta es sí, aunque cualquier tipo de alcohol en exceso puede llevar a ello. Según explica Shah:

Mientras más concentrado esté el alcohol, peor será la reacción. Por eso el whisky puede ser “letal” al día siguiente, y los licores suelen estar en los puestos altos de la lista.

Sin embargo, ni si quiera la cerveza se salva. Como explican los doctores, el cuerpo produce enzimas para ayudar a descomponer los carbohidratos que se encuentran en la espuma a medida que viajan al intestino delgado.

Cuando se arrojan altas cantidades en carbohidratos de forma rápida (como con la cerveza), y el etanol (alcohol etílico) acelera el proceso digestivo, algunos de los carbohidratos llegarán al intestino grueso sin descomponerse. Las bacterias en el intestino grueso comienzan a fermentar esos carbohidratos, lo que produce gases, heces blandas y, finalmente, la diarrea.

Dicho todo esto, la única forma efectiva de evitar acudir al baño tras una noche de excesos, es simplemente dejar de beber tanto. No hay otra solución mágica. [Thrillist]

sábado, 19 de enero de 2019

La Oración Gestalt de Fritz Perls

La Oración Gestalt creada por Fritz Perls, todavía en la actualidad sigue siendo considerada por muchos como un mantra capaz de ayudar en mil conflictos, o una llave que les abra las puertas a un pleno conocimiento.

Yo soy yo y tu eres tu

Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,

Tu no estas en este mundo para cumplir las mías.

Tu eres tu y yo soy yo.

Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,

y coincidimos, es hermoso.

Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.

Tu eres tu y yo soy yo.

Falta de amor a mi mismo,

cuando en el intento de complacerte me traiciono.

Falta de amor a ti,

cuando intento que seas como yo quiero.

En vez de aceptarte como realmente eres.

Tu eres tu y yo soy yo.

Los cuatro acuerdos - sabiduría de los antiguos toltecas

De: https://es.wikiquote.org/wiki/Los_cuatro_acuerdos

Descargar libro completo: Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz

Los cuatro acuerdos

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Los cuatro acuerdos

Autor
Miguel Ruiz

Publicación
1997 (hace 22 años)

Idioma
Inglés

Los cuatro acuerdos (1998) es un ensayo de la soteriología tolteca escrito por el médico mexicano Miguel Ruiz que está supuestamente basado en la sabiduría de los antiguos toltecas. Relata la cosmovisión que debería tener un ser humano para estar en equilibrio personal, emocional, mental y social.

Índice

Capítulo 1 – La domesticación y el sueño del planeta[editar]

  • «Lo que realmente somos es puro amor, pura luz».
  • «Todos somos iguales. Somos imágenes de luz. Somos Dios».
  • «Soy Espejo Humeante porque me veo en todos vosotros, pero no nos reconocemos mutuamente por el humo que hay entre nosotros. Ese humo es el Sueño, y el espejo eres tú, el soñador».
  • «El sueño del planeta incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas, sus acontecimientos sociales y sus celebraciones. Nacemos con la capacidad de aprender a soñar, y los seres humanos que nos preceden nos enseñan a soñar de la forma en que lo hace la sociedad».
  • «Tú no escogiste tu lengua, ni tu religión ni tus valores morales: ya estaban ahí antes de que nacieras. Nunca tuvimos la oportunidad de elegir qué creer y qué no creer. Nunca escogimos ni el más insignificante de estos acuerdos.».
  • «Fingimos ser lo que no éramos porque nos daba miedo que nos rechazaran. El miedo a ser rechazados se convirtió en el miedo a no ser lo bastante buenos. Al final, acabamos siendo alguien que no éramos. Nos convertimos en una copia de las creencias de mamá, las creencias de papá, las creencias de la sociedad y las creencias de la religión.».
  • «Hay algo en nuestra mente que lo juzga todo y a todos, incluso el clima, el perro, el gato... Todo. El Juez interior utiliza lo que está en nuestro Libro de la Ley para juzgar todo lo que hacemos y dejamos de hacer, todo lo que pensamos y no pensamos, todo lo que sentimos y no sentimos. Cada vez que hacemos algo que va contra el Libro de la Ley, el juez dice que somos culpables, que necesitamos un castigo, que debemos sentirnos avergonzados. Hay otra parte en nosotros que recibe los juicios, y a esa parte la llamamos «la Víctima». La Víctima carga con la culpa, el reproche y la vergüenza. Es esa parte nuestra que dice: «¡Pobre de mí! No soy suficientemente bueno, ni inteligente ni atractivo, y no merezco ser amado. ¡Pobre de mí!». El gran Juez lo reconoce y dice: «Sí, no vales lo suficiente». Y todo esto se fundamenta en un sistema de creencias en el que jamás escogimos creer. Y el sistema es tan fuerte que, incluso años después de haber entrado en contacto con nuevos conceptos y de intentar tomar nuestras propias decisiones, nos damos cuenta de que esas creencias todavía controlan nuestra vida. Cualquier cosa que vaya contra el Libro de la Ley hará que sintamos una extraña sensación en el plexo solar, una sensación que se llama miedo. Incumplir las reglas del Libro de la Ley abre nuestras heridas emocionales, y reaccionamos creando veneno emocional. Dado que todo lo que está en el Libro de la Ley tiene que ser verdad, cualquier cosa que ponga en tela de juicio lo que creemos nos hace sentir inseguros. Aunque el Libro de la Ley esté equivocado, hace que nos sintamos seguros.».
  • «El sueño personal de los seres humanos varía, pero en conjunto es una pesadilla. Si observamos la sociedad humana, comprobamos que es un lugar en el que resulta muy difícil vivir, porque está gobernado por el miedo.».
  • «Sabemos que no somos lo que creemos que deberíamos ser, de modo que nos sentimos falsos, frustrados y deshonestos. Intentamos ocultarnos y fingimos ser lo que no somos. El resultado es un sentimiento de falta de autenticidad y una necesidad de utilizar máscaras sociales para evitar que los demás se den cuenta. Nos da mucho miedo que alguien descubra que no somos lo que pretendemos ser. También juzgamos a los demás según nuestra propia imagen de la perfección, y naturalmente no alcanzan nuestras expectativas.».
  • «Nadie nos maltrata más que nosotros mismos; el juez, la Víctima y el sistema de creencias son los que nos llevan a hacerlo.».
  • «Límite del maltrato que tolerarás de otra persona es exactamente el mismo al que te sometes tú.».
  • «Has establecido millares de acuerdos contigo mismo, con otras personas, con el sueño que es tu vida, con Dios, con la sociedad, con tus padres, con tu pareja, con tus hijos; pero los acuerdos más importantes son los que has hecho contigo mismo. En esos acuerdos te has dicho quién eres, qué sientes, qué crees y cómo debes comportarte. El resultado es lo que llamas tu personalidad. En esos acuerdos dices: «Esto es lo que soy. Esto es lo que creo. Soy capaz de hacer ciertas cosas y hay otras que no puedo hacer. Esto es real y lo otro es fantasía; esto es posible y aquello es imposible».».
  • «Cómo podemos cambiar todo el sueño de nuestra vida cuando ni siquiera tenemos poder para cambiar hasta el acuerdo más insignificante? Si somos capaces de reconocer que nuestra vida está gobernada por nuestros acuerdos y el sueño de nuestra vida no nos gusta, necesitamos cambiar los acuerdos. Cuando finalmente estemos dispuestos a cambiarlos, habrá cuatro acuerdos muy poderosos que nos ayudarán a romper aquellos otros que surgen del miedo y agotan nuestra energía. Cada vez que rompes un acuerdo, todo el poder que utilizaste para crearlo vuelve a ti. Si los adoptas, estos cuatro acuerdos crearán el poder personal necesario para que cambies todo tu antiguo sistema de acuerdos.».

Capítulo 2 – El primer acuerdo: “Se impecable con tus palabras”[editar]

  • «Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea.».
  • «La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos. Durante nuestra domesticación, nuestros padres y hermanos expresaban sus opiniones sobre nosotros sin pensar. Nosotros nos creíamos lo que nos decían y vivíamos con el miedo que nos provocaban sus opiniones, como la de que no servíamos para nadar, para los deportes o para escribir. Alguien da una opinión y dice: «¡Mira qué niña tan fea!». La niña lo oye, se cree que es fea y crece con esa idea en la cabeza. No importa lo guapa que sea; mientras mantenga ese acuerdo, creerá que es fea. Estará bajo ese hechizo.».
  • «Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo.».
  • «Todo lo que sientas, creas o digas que vaya contra ti es un pecado. Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas por cualquier cosa. No pecar es hacer exactamente lo contrario. Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable, asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte.».
  • «Siempre que escuchamos una opinión y la creemos, llegamos a un acuerdo que pasa a formar parte de nuestro sistema de creencias.».
  • «Considera las relaciones humanas diarias, e imagínate cuántas veces nos lanzamos hechizos los unos a los otros con nuestras palabras. Con el tiempo, esto se ha convertido en la peor forma de magia negra: son los chismes. Los chismes son magia negra de la peor clase, porque son puro veneno. Aprendimos a contar chismes por acuerdo. De niños, escuchábamos a los adultos que nos rodeaban chismorrear sin parar y expresar abiertamente su opinión sobre otras personas. Incluso opinaban sobre gente a la que no conocían. Mediante esas opiniones, transferían su veneno emocional, y nosotros aprendimos que ésta era la manera normal de comunicarse. Contar chismes se ha convertido en la principal forma de comunicación en la sociedad humana. Es la manera que utilizamos para sentirnos cerca de otras personas, porque ver que alguien se siente tan mal como nosotros, nos hace sentir mejor. Hay una vieja expresión que dice: «A la miseria le gusta estar acompañada», y la gente que sufre en el infierno no quiere estar sola. El miedo y el sufrimiento son un aspecto importante del sueño del planeta; son la razón de que ese sueño nos continúe reprimiendo. Este virus es lo que los toltecas denominaron mitote, el caos de miles de voces distintas que intentan hablar al mismo tiempo en la mente.».
  • ««Estoy gordo. Soy feo. Me hago viejo. Me estoy quedando calvo.Soy estúpido, nunca entiendo nada. Nunca seré lo suficientemente bueno. Nunca seré perfecto». ¿Ves de qué modo utilizamos las palabras contra nosotros mismos? Es necesario que empecemos a comprender lo que son las palabras y lo que hacen. Si entiendes el Primer Acuerdo (Sé impecable con tus palabras), verás cuántos cambios ocurren en tu vida. Tu opinión no es más que tu punto de vista, y no tiene por qué ser necesariamente verdad. Tu opinión proviene de tus creencias, de tu ego y de tu propio sueño. La impecabilidad de tus palabras también te proporcionará inmunidad frente a cualquier persona que te lance un hechizo. Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.».

Capítulo 3 – El segundo acuerdo: “No te tomes nada personalmente”[editar]

  • «Suceda lo que suceda a tu alrededor, no te lo tomes personalmente.».
  • «La importancia personal, o el tomarse las cosas personalmente, es la expresión máxima del egoísmo, porque consideramos que todo gira a nuestro alrededor.».
  • «Creemos que somos responsables de todo. ¡Yo, yo, yo y siempre yo! Nada de lo que los demás hacen es por ti. Lo hacen por ellos mismos.».
  • «Cuando te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo tus creencias y creando conflictos. Haces una montaña de un grano de arena porque sientes la necesidad de tener razón y de que los demás estén equivocados. También te esfuerzas en demostrarles que tienes razón dando tus propias opiniones.».
  • «Los demás tienen sus propias opiniones según su sistema de creencias, de modo que nada de lo que piensen de mí estará realmente relacionado conmigo, sino con ellos. ».
  • «Si vives sin miedo, si amas, no hay lugar para ninguna de esas emociones. Si no tienes ninguna de esas emociones, lógicamente te sientes bien. Cuando te sientes bien, todo lo que te rodea está bien. Cuando todo lo que te rodea es magnífico, todo te hace feliz. Amas todo lo que te rodea porque te amas a ti mismo, porque te gusta como eres, porque estás contento contigo mismo, porque te sientes feliz con tu vida. Estás satisfecho con la película que tú mismo produces y con los acuerdos que has establecido con la vida. Estás en paz y eres feliz. Vives en ese estado de dicha en el que todo es verdaderamente maravilloso y bello. En ese estado de dicha, estableces una relación de amor con todo lo que percibes en todo momento. Sea lo que sea lo que la gente haga, piense o diga, no te lo tomes personalmente. Si te dice que eres maravilloso, no lo dice por ti. Tú sabes que eres maravilloso. No es necesario que otras personas te lo digan para creerlo. No te tomes nada personalmente.».
  • «Tienes derecho a creer o no lo que esas voces te dicen y a no tomártelo personalmente. Tenemos la opción de creer o no las voces que oímos en nuestra propia mente».
  • «Una parte de tu mente habla y otra escucha.».
  • «No esperes que los demás te digan la verdad, porque ellos también se mienten a sí mismos. Tienes que confiar en ti y decidir si crees o no lo que alguien te dice. Cuando realmente vemos a los demás tal como son sin tomárnoslo personalmente, lo que hagan o digan no nos dañará. Aunque los demás te mientan, no importa. Te mienten porque tienen miedo. Tienen miedo de que descubras que no son perfectos.».
  • «El mundo entero puede contar chismes sobre ti, pero si no te los tomas personalmente, serás inmune a ellos. Alguien puede enviarte veneno emocional de forma intencionada, pero si no te lo tomas personalmente, no te lo tragarás. Cuando no tomas el veneno emocional, se vuelve más nocivo para el que lo envía, pero no para ti.».
  • «Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan los demás. Bastará con que confíes en ti mismo para elegir con responsabilidad. Nunca eres responsable de los actos de los demás; sólo eres responsable de ti mismo.».

Capítulo 4 – El tercer acuerdo: “No hagas suposiciones”[editar]

  • «Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan -nos lo tomamos personalmente - y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas.».
  • «Producimos mucho veneno emocional haciendo suposiciones y tomándonoslas personalmente, porque, por lo general, empezamos a chismorrear a partir de nuestras suposiciones. Recuerda que chismorrear es nuestra forma de comunicarnos y enviarnos veneno los unos a los otros en el sueño del infierno. Como tenemos miedo de pedir una aclaración, hacemos suposiciones y creemos que son ciertas; después, las defendemos e intentamos que sea otro el que no tenga razón. Siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento.».
  • «Si los demás nos dicen algo, hacemos suposiciones, y si no nos dicen nada, también las hacemos para satisfacer nuestra necesidad de saber y reemplazar la necesidad de comunicarnos. Incluso si oímos algo y no lo entendemos, hacemos suposiciones sobre lo que significa, y después, creemos en ellas. Hacemos todo tipo de suposiciones porque no tenemos el valor de preguntar.».
  • «Suponemos que todo el mundo ve la vida del mismo modo que nosotros. Suponemos que los demás piensan, sienten, juzgan y maltratan como nosotros lo hacemos. Está es la mayor suposición que podemos hacer y es la razón por la cuál nos da miedo ser nosotros mismos ante los demás, porque creemos que nos juzgarán, nos convertirán en sus víctimas, nos maltratarán y nos culparán como nosotros mismos lo hacemos. De modo que, incluso antes de que los demás tengan la oportunidad de rechazarnos, nosotros ya nos hemos rechazado á nosotros mismos.».
  • «Cuando ya no hagas suposiciones, tus palabras se volverán impecables. Con una comunicación clara, todas tus relaciones cambiarán, no sólo la que tienes con tu pareja, sino también todas las demás. No será necesario que hagas suposiciones porque todo se volverá muy claro. Esto es lo que yo quiero, y esto es lo que tú quieres. Si nos comunicamos de esta manera, nuestras palabras se volverán impecables. Si todos los seres humanos fuésemos capaces de comunicarnos de esta manera, con la impecabilidad de nuestras palabras, no habría guerras, ni violencia ni disputas.».
  • «La idea o la información es sólo una semilla en la mente. Lo que realmente hará que las cosas cambien es la acción. Actuar una y otra vez fortalece tu voluntad, nutre la semilla y establece una base sólida para que el nuevo hábito se desarrolle. Tras muchas repeticiones, estos nuevos acuerdos se convertirán en parte de ti mismo».

Capítulo 5 – El cuarto acuerdo: “Haz siempre lo máximo que puedas”[editar]

  • «No importa si estás enfermo o cansado, si siempre haces lo máximo que puedas, no te juzgarás á ti mismo en modo alguno. Y si no te juzgas, no te harás reproches, ni te culparás ni te castigarás en absoluto.».
  • «Si haces lo máximo que puedas, vivirás con gran intensidad. Serás productivo, y serás bueno contigo mismo porque te entregarás a tu familia, a tu comunidad, a todo. Pero la acción es lo que te hará sentir inmensamente feliz. Siempre que haces lo máximo que puedes, actúas. Hacer lo máximo que puedas significa actuar porque amas hacerlo, no porque esperas una recompensa. Si no esperas una recompensa, es posible que incluso llegues a conseguir más de lo que hubieses imaginado. Si nos gusta lo que hacemos y si siempre hacemos lo máximo que podemos, entonces disfrutamos realmente de nuestra vida. Nos divertimos, no nos aburrimos y no nos sentimos frustrados.».
  • «Cuando haces lo máximo que puedes, no le das al Juez la oportunidad de que dicte sentencia y te considere culpable.».
  • «La acción consiste en vivir con plenitud. La inacción es nuestra forma de negar la vida, y consiste en sentarse delante del televisor cada día durante años porque te da miedo estar vivo y arriesgarte a expresar lo que eres.».
  • «Yo hago lo máximo que puedo en todo lo que emprendo y siento. Hacerlo se ha convertido en un ritual que forma parte de mi vida, porque yo escogí que así fuese. Es una creencia, como cualquier otra de las que he elegido tener.».
  • «La mejor manera de decir: «Gracias, Dios», es dejar ir el pasado y vivir el momento presente, aquí y ahora.».
  • «Los tres primeros acuerdos sólo funcionarán si haces lo máximo que puedas. No esperes ser siempre impecable con tus palabras. Tus hábitos rutinarios son demasiado fuertes y están firmemente arraigados en tu mente. Pero puedes hacer lo máximo posible. No esperes no volver nunca más á tomarte las cosas personalmente; sólo haz lo máximo que puedas. No esperes no hacer nunca más ninguna suposición, pero sí puedes hacer lo máximo posible. Si haces lo máximo que puedas, hábitos como emplear mal tus palabras, tomarte las cosas personalmente y hacer suposiciones se debilitarán y con el tiempo, serán menos frecuentes.».
  • «De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez la satisfacción de convertirte en una víctima. No, sé firme contigo mismo. Levántate y establece el acuerdo de nuevo. Si rompes un acuerdo, empieza de nuevo mañana y de nuevo al día siguiente.».

Capítulo 6 – El camino tolteca hacia la libertad “Romper viejos acuerdos”[editar]

  • «La verdadera libertad está relacionada con el espíritu humano: es la libertad de ser quienes realmente somos.».
  • «Quién nos impide, realmente, ser libres? Nosotros mismos. ¿Qué significa, en realidad, ser libres? A veces nos casamos y decimos que perdemos nuestra libertad, pero cuando nos divorciamos, seguimos sin ser libres. ¿Qué nos lo impide? ¿Por qué no podemos ser nosotros mismos? Tenemos recuerdos de tiempos pasados en los que éramos libres y disfrutábamos de ello, pero hemos olvidado lo que verdaderamente significa la libertad. Si vemos a un niño de dos o tres años, o quizá de cuatro, descubrimos un ser humano libre. ¿Por qué lo es? Porque hace lo que quiere hacer. ».
  • «De niños, no le tenemos miedo al futuro ni nos avergonzamos del pasado. Nuestra tendencia natural es disfrutar de la vida, jugar, explorar, ser felices y amar.».
  • «Pero ¿qué le ha pasado al ser humano adulto? ¿Por qué somos tan diferentes? ¿Por qué no somos salvajes? Desde el punto de vista de la Víctima, diremos que nos ocurrió algo triste, y desde el punto de vista del guerrero, diremos que lo que nos sucedió fue normal. Lo que pasa es que el Libro de la Ley, el gran Juez, la Víctima y el sistema de creencias dirigen nuestra vida, y ya no somos libres porque no nos permiten ser quienes realmente somos.».
  • «El primer paso hacia la libertad personal consiste en ser conscientes de que no somos libres. Necesitamos ser conscientes de cuál es el problema para poder resolverlo. El primer paso es siempre la conciencia, porque hasta que no seas consciente no podrás hacer ningún cambio. Hasta que no seas consciente de que tu mente está llena de heridas y de veneno emocional, no limpiarás ni curarás las heridas y continuarás sufriendo. No hay ninguna razón para sufrir. Si eres consciente, puedes rebelarte y decir: «¡Ya basta!». Puedes buscar una manera de sanar y transformar tu sueño personal. El sueño del planeta es sólo un sueño. Ni tan siquiera es real. Si entras en el sueño y empiezas a poner en tela de juicio tu sistema de creencias, descubrirás que la mayor parte de las creencias que abrieron heridas en tu mente ni siquiera son verdad. Descubrirás que durante todos estos años has vivido un drama por nada. ¿Por qué? Porque el sistema de creencias que te inculcaron está basado en mentiras.».
  • «Ser un tolteca es una forma de vivir en la cual no existen los líderes ni los seguidores, donde tú tienes y vives tu propia verdad.».
  • «Existen tres maestrías que llevan a la gente a convertirse en toltecas. La primera es la Maestría de la Conciencia: ser conscientes de quiénes somos realmente, con todas nuestras posibilidades. La segunda es la Maestría de la Transformación: cómo cambiar, cómo liberarnos de la domesticación. La tercera es la Maestría del Intento: desde el punto de vista tolteca, el Intento es esa parte de la vida que hace que la transformación de la energía sea posible; es el ser viviente que envuelve toda energía, o lo que llamamos «Dios». Es la vida misma; es el amor incondicional. La Maestría del Intento es, por lo tanto, la Maestría del Amor.».
  • «Cuando descubrimos que nuestra mente está controlada por el Juez y la Víctima y que nuestro verdadero yo está arrinconado, sólo tenemos dos opciones. Una es continuar viviendo como lo hemos hecho hasta ese momento, rindiéndonos al juez y la Víctima, seguir viviendo en el sueño del planeta. La otra opción es actuar como cuando éramos niños y nuestros padres intentaban domesticarnos. Podemos rebelarnos y decir: «¡No!». Podemos declarar una guerra contra el parásito, contra el Juez y la Víctima, una guerra por nuestra independencia, por el derecho de utilizar nuestra propia mente y nuestro propio cerebro.».
El arte de la transformación, El sueño de la segunda atención
  • «Una manera de transformar tus creencias es concentrar tu atención en todos esos acuerdos y cambiarlos tú mismo. Al hacerlo, utilizas tu atención por segunda vez, y por consiguiente, creas el sueño de la segunda atención o el nuevo sueño. La diferencia estriba en que ahora ya no eres inocente. En tu infancia no era así; no tenías otra elección. Pero ya no eres un niño. Ahora puedes escoger qué creer y qué no. Puedes elegir creer en cualquier cosa, y eso incluye creer en ti.».
  • «para cambiar tus creencias de verdad, es preciso que centres tu atención en lo que quieres cambiar. Debes conocer los acuerdos que deseas cambiar antes de poder cambiarlos. De modo que el siguiente paso es volverte consciente de todas las creencias que te limitan, se basan en el miedo y te hacen infeliz. Haz un inventario de todo lo que crees, de todos tus acuerdos, y mediante este proceso, empezarás a transformarte.».
  • «La decisión de adoptar los Cuatro Acuerdos es una declaración de guerra para recuperar la libertad que te arrebató el parásito. Los Cuatro Acuerdos te ofrecen la posibilidad de acabar con el dolor emocional, y de este modo te abren la puerta para que disfrutes de tu vida y empieces un nuevo sueño.».
  • «Cuanto más fuerte seas, más acuerdos romperás, hasta que llegues a la misma esencia de todos ellos. Llegar a la esencia de esos acuerdos es lo que yo llamo ir al desierto. Cuando vas al desierto, te encuentras cara a cara con tus demonios. Cada vez que rompes un acuerdo, aumentas tu poder. Para empezar, rompe pequeños acuerdos que requieran un poder menor. A medida que vayas rompiendo esos pequeños acuerdos, tu poder personal irá aumentando hasta alcanzar el punto en el que, finalmente, podrás enfrentarte a los grandes demonios de tu mente. Pero necesitarás reemplazar cada acuerdo que te cause sufrimiento y que rompas por uno nuevo que te haga feliz. Así evitarás que el viejo acuerdo vuelva a aparecer. Si ocupas el mismo espacio con un nuevo acuerdo, entonces el viejo desaparecerá para siempre, y su lugar lo ocupará el nuevo.».
La disciplina del guerrero, controlar tu propio comportamiento
  • «Cada día nos despertamos con una determinada cantidad de energía mental, emocional y física que gastamos durante el día. Si permitimos que las emociones consuman nuestra energía, no nos quedará ninguna para cambiar nuestra vida o para dársela a los demás.».
  • «Cada ser humano tiene un cuerpo emocional cubierto por entero de heridas infectadas por el veneno de todas las emociones que nos hacen sufrir, como el odio, la rabia, la envidia y la tristeza. Una injusticia abre una herida en nuestra mente y reaccionamos produciendo veneno emocional por causa de los conceptos y creencias que tenemos sobre qué es justo y qué no lo es».
  • «Nuestro sueño del planeta es disfuncional; los seres humanos tenemos una enfermedad mental llamada «miedo». Los síntomas de esta enfermedad son todas las emociones que nos hacen sufrir: rabia, odio, tristeza, envidia y desengaño. Cuando el miedo es demasiado grande, la mente racional empieza a fallar y a esto lo denominamos «enfermedad mental». El comportamiento psicótico tiene lugar cuando la mente está tan asustada y las heridas son tan profundas, que parece mejor romper el contacto con el mundo exterior.».
  • «Debemos abrir las heridas y extraer el veneno. ¿Cómo lo podemos hacer? Hemos de perdonar a los que creemos que se han portado mal con nosotros, no porque se lo merezcan, sino porque sentimos tanto amor por nosotros mismos que no queremos continuar pagando por esas injusticias. El perdón es la única manera de sanarnos. Podemos elegir perdonar porque sentimos compasión por nosotros mismos. Podemos dejar marchar el resentimiento y declarar: «¡Ya basta! No volveré a ser el gran Juez que actúa contra mí mismo. No volveré a maltratarme ni a agredirme. No volveré a ser la Víctima».».
  • «Una vez te perdones a ti mismo, el autorrechazo desaparecerá de tu mente. Empezarás a aceptarte, y el amor que sentirás por ti será tan fuerte, que al final acabarás aceptándote por completo tal como eres. Así empezamos a ser libres los seres humanos. El perdón es la clave. Sabrás que has perdonado a alguien cuando lo veas y ya no sientas ninguna reacción emocional. Oirás el nombre de esa persona y no tendrás ninguna reacción emocional. Cuando alguien te toca lo que antes era una herida y ya no sientes dolor, entonces sabes que realmente has perdonado.».
  • «Para la mayoría de las personas, el problema reside en que pierden el control de sus emociones. Es el ser humanó quien debe controlar sus emociones y no al revés. Cuando perdemos el control, decimos cosas que no queremos decir y hacemos cosas que no queremos hacer. Por este motivo es tan importante que seamos impecables con nuestras palabras y que nos convirtamos en guerreros espirituales. Debemos aprender a controlar nuestras emociones a fin de tener el suficiente poder personal para cambiar los acuerdos basados en el miedo, escapar del infierno y crear nuestro cielo personal. ¿Cómo nos podemos convertir en guerreros? Los guerreros tienen algunas características que son prácticamente iguales en todo el mundo. Son conscientes. Esto es muy importante. Hemos de ser conscientes de que estamos en guerra, y esa guerra que tiene lugar en nuestra mente requiere disciplina; no la disciplina del soldado, sino la del guerrero; no la disciplina que proviene del exterior y nos dice qué hacer y qué no hacer, sino la de ser nosotros mismos, sin importar lo que esto signifique. El guerrero tiene control no sobre otros seres humanos, sino sobre sí mismo; controla sus propias emociones. Reprimimos nuestras emociones cuando perdemos el control, no cuando lo mantenemos. La gran diferencia entre un guerrero y una víctima es que ésta se reprime y el guerrero se refrena. Las víctimas se reprimen porque tienen miedo de mostrar sus emociones, de decir lo que quieren decir. Refrenarse no es lo mismo que reprimirse. Significa retener las emociones y expresarlas en el momento adecuado, ni antes ni después. Esta es la razón por la cual los guerreros son impecables. Tienen un control absoluto sobre sus propias emociones y, por consiguiente, sobre su propio comportamiento.».
La iniciación a la muerte
  • «Hemos de tomar conciencia de que podemos morirnos en cualquier momento; sólo contamos con el presente para estar vivos. La verdad es que no sabemos si vamos a morir mañana. ¿Quién lo sabe?».
  • «Empecemos el día diciendo: «Estoy despierto, veo el sol. Voy a entregarle mi gratitud, y también a todas las cosas y todas las personas, porque todavía estoy vivo. Un día más para ser yo mismo». Por supuesto, yo trato a las personas que quiero con amor porque sé que éste puede ser el último día para poder decirles cuánto las amo. Quizá muera yo mañana o tal vez muera alguien a quien amo. Lo que me hace feliz es hacerle saber hoy lo mucho que le quiero. Se puede vivir de esta manera. Si lo haces, te preparas para la iniciación a la muerte. Lo que ocurrirá en esta iniciación es que el viejo sueño que tienes en la mente morirá para siempre. Sí, tendrás recuerdos del parásito - del Juez, de la Víctima y de lo que solías creer - pero estará muerto. Esto es lo que va a morir en la iniciación a la muerte: el parásito.».
  • «La resurrección es convertirse otra vez en un niño, ser salvaje y libre, pero con una diferencia: en lugar de inocencia, tenemos libertad con sabiduría. Somos capaces de romper nuestra domesticación, recuperar nuestra libertad y sanar nuestra mente. Nos rendimos al ángel de la muerte sabiendo que el parásito morara y nosotros viviremos con una mente sana y un perfecto juicio. Entonces, seremos libres para utilizar nuestra propia mente y dirigir nuestra vida.».

Capítulo 7 – El nuevo sueño “El cielo en la tierra”[editar]

  • «Imagínate que no tienes miedo de expresar tus sueños. Sabes qué quieres, cuándo lo quieres y qué no quieres. Tienes libertad para cambiar tu vida y hacer que sea como tú quieras. No temes pedir lo que necesitas, decir que sí o que no a lo que sea o a quien sea. Imagínate que vives sin miedo a ser juzgado por los demás. Ya no te dejas llevar por lo que otras personas puedan pensar de ti. Ya no eres responsable de la opinión de nadie. No sientes la necesidad de controlar a nadie y nadie te controla a ti. Imagínate que vives sin juzgar a los demás, que los perdonas con facilidad y te desprendes de todos los juicios que sueles hacer. No sientes la necesidad de tener razón ni de decirle a nadie que está equivocado. Te respetas a ti mismo y a los demás, y a cambio, ellos te respetan a ti. Imagínate que vives sin el miedo de amar y no ser correspondido. Ya no temes que te rechacen y no sientes la necesidad de que te acepten. Puedes decir: «Te quiero», sin sentir vergüenza y sin justificarte. Puedes andar por el mundo con el corazón completamente abierto y sin el temor de que te puedan herir. Imagínate que vives sin miedo a arriesgarte y a explorar la vida. No temes perder nada. No tienes miedo de estar vivo en el mundo y tampoco de morir. Imagínate que te amas a ti mismo tal como eres. Que amas tu cuerpo y tus emociones tal como son. Sabes que eres perfecto tal como eres. La razón por la que te pido que imagines todas estas cosas es porque ¡son todas totalmente posibles! Puedes vivir en un estado de gracia, de dicha, en el sueño del cielo.».
  • «Ahora, cierra los ojos, y después, ábrelos y mira. Lo que verás es amor que emana de los árboles, del cielo, de la luz. Percibirás el amor que emana directamente de todas las cosas, incluso de ti mismo y de otros seres humanos. Aun cuando estén tristes o enfadados, verás que por detrás de sus sentimientos, también envían amor. Quiero que utilices tu imaginación y la percepción de tus nuevos ojos para verte a ti mismo viviendo un nuevo sueño, una vida en la que no sea necesario que justifiques tu existencia y en la que seas libre para ser quien realmente eres. Imagínate que tienes permiso para ser feliz y para disfrutar de verdad de tu vida. Imagínate que vives libre de conflictos contigo».
  • «La vida resulta muy fácil cuando haces del amor tu forma de vida. Es posible amar todo el tiempo si uno elige hacerlo. Quizá no tengas una razón para amar, pero si lo haces, verás que te proporciona una gran felicidad. El amor en acción sólo genera felicidad. El amor te traerá paz interior.».
  • «Esta forma de vida es posible y está en tus manos. Moisés la llamó la Tierra Prometida, Buda la llamó el Nirvana, Jesús la llamó el Cielo y los toltecas la llaman el Nuevo Sueño.».
  • «Sufrir hace que te sientas seguro porque es algo que conoces a la perfección. Pero, en realidad, no hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque eliges hacerlo. Si examinas tú vida, descubrirás muchas excusas para sufrir, pero no encontrarás una buena razón para hacerlo. Lo mismo ocurre con la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque eliges serlo. La felicidad, igual que el sufrimiento, es una elección. Tal vez no podamos escapar del destino del ser humano, pero podemos elegir entre sufrir nuestro destino o disfrutar de él, entre sufrir o amar y ser feliz, entre vivir en el infierno o vivir en el cielo. Mi elección personal es vivir en el cielo. ¿Y la tuya?».
  • «Haz una inspiración profunda y siente el aire a medida que va entrando en tus pulmones. Siente que no es otra cosa que amor. Descubre la conexión que existe entre el aire y los pulmones, una conexión de amor. Llena tus pulmones de aire hasta que tu cuerpo sienta la necesidad de expulsarlo. Y entonces, espira y siente de nuevo el placer, porque siempre que satisfacemos una necesidad del cuerpo, sentimos placer. Respirar nos proporciona un gran placer. Es lo único que necesitamos para sentirnos siempre felices, para disfrutar de la vida. Estar vivos es suficiente. Siente el placer de estar vivo, el placer del sentimiento del amor ...».

domingo, 6 de enero de 2019

No se le pueden pedir peras al olmo

Uno de los grandes dolores humanos en cuanto a los vínculos es seguir esperando peras de un olmo. Este refrán español resume perfectamente lo que sentimos al querer cambiar al otro, al querer que el otro reaccione, sienta, haga lo que nosotros haríamos, expectantes, desilusionados, victimizados por ese Olmo malvado que supuestamente nos retiene las preciadas peras.
La realidad es que no está en su naturaleza generarlas. Y el Olmo se siente tan mal como nosotros, porque no puede hacer algo que no está en su esencia. Tanto el que espera las peras como al que se las piden, sienten mucho dolor e impotencia. Porque nadie acepta al otro, se generan enojos, manipulaciones, impotencia, malestar, ira y bronca.
Son tiempos para aceptar. Tiempos para darnos cuenta que seguir energéticamente tratando de encajar llaves en puertas sin cerrojo nos está dejando cada vez más exhaustos, y ya no es por ese lado la búsqueda. Aceptar al otro, sin querer cambiarlo, aceptar que la visión del mundo, los deseos, el libre albedrío del otro le pertenece al otro y no a mí, es un gran acto de amor. Aceptar que elijo seguir en esa situación, aceptar que siempre las elecciones son mías.
Padres que no aceptan a los hijos, hijos que no aceptan a los padres, parejas que no se aceptan entre sí, siempre la tensión, el rechazo y la no aceptación de la esencia del otro como base.
Hoy abrazo al Olmo con amor, y dejo de pedirle que me dé algo con lo que no cuenta entre sus recursos. Y vuelvo a mí, y empiezo yo a dar esos frutos que busco en huertas ajenas.."


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viernes, 4 de enero de 2019

Las 10 mejores playa de Brasil


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